Calidad del aire en las instalaciones de fabricación
En el mundo de la fabricación dinámica, la búsqueda de precisión y eficiencia va de la mano de la protección de la salud y el bienestar de los operarios y la calidad de los productos. A menudo olvidada, la calidad del aire interior (IAQ) desempeña un papel fundamental en la consecución de estos objetivos. A medida que evolucionan los procesos de fabricación, es esencial un compromiso holístico para crear entornos de trabajo seguros y saludables. En este artículo, nuestro responsable de producto para la captación de polvo, Ulf Persson, informa sobre la importancia crítica de la calidad del aire en las instalaciones de fabricación y sobre cómo la solución de filtración adecuada protege contra el polvo y los humos incontrolados generados por los procesos industriales.
El aire de las instalaciones de fabricación puede contener contaminantes como partículas, compuestos orgánicos volátiles (COV) y humos emitidos durante los procesos de producción. La exposición a estos contaminantes puede entrañar 5 riesgos principales.
Tanto si trabaja en el procesamiento de alimentos, en la industria farmacéutica o química, con aplicaciones metalúrgicas o fabricando celdas de baterías para vehículos eléctricos, cada industria tiene que hacer frente a su propio conjunto de retos y preocupaciones cuando se trata de controlar la contaminación del aire y mejorar la IAQ.
Hay dos tipos principales de soluciones de filtración que ayudan a controlar la contaminación del aire en sus instalaciones: la filtración de aire, es decir, filtros fijos no limpiables, y la captación de polvo y humos mediante elementos filtrantes limpiables. Aunque ambos tienen el mismo objetivo de eliminar las partículas nocivas del aire en el interior de edificios comerciales o espacios de trabajo industriales, existen diferencias clave. Lo mejor para cada proceso depende realmente de la concentración y de las propiedades de las emisiones.
Como simple regla general, si la concentración es igual o superior a 0,05 mg/m³, un sistema de captación de polvo con elementos filtrantes de limpieza por impulsos será probablemente la mejor opción para tratar el polvo de proceso, proporcionando una vida útil razonable del filtro.