En cuanto a la contaminación del aire, no sólo se ha relacionado con enfermedades como el asma, bronquitis y enfisema, también es responsable del aumento de otras enfermedades crónicas como enfermedades del corazón, demencia y Parkinson.
Después de regular el status de fumador de algunos pacientes y de excluir las muertes producidas dentro de los tres años anteriores a la línea de referencia del estudio, para poder controlar las enfermedades competidoras, el estudio reveló que, por cada 10 micras por metro cúbico (g/m3) de mayor exposición a PM2.5, el riesgo de morir por cualquier tipo cáncer aumentó en un 22%.
El resultado de este estudio – Riesgos de mortalidad por cáncer de la exposición a largo plazo a partículas finas ambientales (1) – concluyó que, para los cánceres del tracto digestivo superior, el riesgo de mortalidad fue 42% mayor. Para los cánceres de los órganos digestivos accesorios, el riesgo de mortalidad fue 35% mayor. En el caso del cáncer de mama, el riesgo de mortalidad fue 80% mayor y, en el caso del cáncer de pulmón, el riesgo de mortalidad fue un 36% mayor. Existe evidencia suficiente como para decir que la contaminación del aire puede causar cáncer en las personas.
Un arma formidable en la batalla contra la mala calidad del aire es la filtración. Las partículas de materia (PM) afectan a más personas que cualquier otro contaminante del aire. La PM consisten en una compleja mezcla de partículas sólidas y líquidas de sustancias orgánicas e inorgánicas suspendidas en el aire. Sus principales componentes son sulfato, nitratos, amoníaco, cloruro de sodio, carbono negro, polvo mineral y agua.
Los filtros que cumplen con la norma de prueba ISO 16890:2016 ofrecen una potente protección contra estas y otras partículas. Las personas con un estilo de vida sedentario normalmente respiran 15 kg de aire cada día.
Camfil ha demostrado que el uso de filtros de alta calidad con un alto grado de eficacia es la mejor forma de proteger a las personas.
ESPAÑA
