La corrosión es el proceso de degradación destructiva de un material causado por una reacción química con las condiciones del medio ambiente. La corrosión de los equipos electrónicos y de control de procesos puede causar interrupciones en la producción, lo que reduce la productividad y la rentabilidad, pero afortunadamente hay posibilidades de evitar la corrosión invirtiendo en el sistema de filtración de aire para mejorar la calidad del aire interior y así eliminar los contaminantes nocivos que la causan.
La corrosión del metal se produce cuando una superficie expuesta entra en contracto con gas o líquido, el proceso se acelera por la exposición a temperaturas cálidas, humedad, ácidos y sales. La palabra "corrosión" se utiliza para describir la descomposición de los metales, tanto materiales totalmente naturales como artificiales, y el nivel de contaminantes en el aire puede acelerar el proceso. La corrosión de los equipos electrónicos conllevan a un riesgo de seguridad y también a obstáculos operativos. Esto puede llegar a afectar al coste operativo de la empresa, sin embargo, hay posibilidades de minimizar los riesgos y evitar la corrosión. La filtración del aire es una de las mejores soluciones posibles, ya que puede eliminar la corrosión de la atmósfera, mejorar la calidad del aire interior y beneficiar a los trabajadores.
Los procesos de la empresa se ven afectados debido a la corrosión
Una de las razones para la corrosión es que se crean contaminantes en el aire; partículas corrosivas, debido a las reacciones químicas entre líquidos y sólidos. Estos mismos líquidos y sólidos, incluyendo sal y carbón negro, pueden interactuar con las moléculas dentro de los metales y acelerar la descomposición de los mismos. Además, los contaminantes ácidos gaseosos desempeñan un papel importante en la corrosión de los materiales, ya sea directa o indirectamente actuando como precursores de partículas corrosivas.
Los contaminantes típicos en la industria papelera son el sulfuro de hidrógeno (H2S) donde se emite desde el proceso de fabricación hasta el sistema de alcantarillado, y el dióxido de azufre (SO2) debido a las caldera de recuperación. El H2S también es uno de los principales problemas de emisiones en plantas de tratamiento de residuos, pozos petrolíferos y refinerías.
Durante mucho tiempo el cobre y la plata se han utilizado para la monitorización de la reactividad en salas de control electrónico y otras instalaciones. El uso de cobre y plata es una combinación muy adecuada ya que el cobre reacciona con el oxígeno y el agua formando una estructura secuencial de óxido de cobre (I) (Cu2O y CuO) y luego sulfuro de cobre (I) (Cu2S), debido al sulfuro, la reacción se ve fuertemente afectada por la humedad relativa. La plata no formará óxido, pero es muy sensible a los compuestos de azufre como el sulfuro de hidrógeno y los mercaptanos. La tasa de reacción se controla por la cantidad de sulfuro disponible y poco por la humedad relativa.
Cómo asegurarse de que la corrosión está controlada
Las bajas tasas de corrosión que a menudo se encuentran en interiores no provocarán ningún daño estructural, a diferencia de la corrosión al aire libre que puede causar el colapso de puentes enteros y otros elementos estructurales debido a diferentes tipos / intensidad de la corrosión. Sin embargo, la corrosión en interiores puede provocar graves efectos sobre los componentes electrónicos y cortocircuitos que incluso puede provocar un incendio. Los posibles efectos de la corrosión en interiores han llevado al desarrollo de varios estándares que proporcionan sistemas de clasificación para la corrosividad.
El Estándar ANSI, ANSI/ISA S71.04-2013, se refiere a “Condiciones Ambientales para Sistemas de Medición y Control de Procesos: Contaminantes en el Aire,”. La clasificación se relaciona directamente con el nivel de corrosión en el entorno, esta norma define o caracteriza los entornos en términos de su potencial de corrosión global y se miden en unidades de Ångstrom (Å) que van desde unos niveles leves (nivel G1) hasta niveles graves (nivel GX). Para reducir el riesgo de corrosión, el Estándar ISO10121-2014 y el Estándar ASHRAE 145: 2015, clasifican el rendimiento del filtro de aire sobre los compuestos específicos del proceso, garantizando así un rendimiento adecuado del filtro molecular.
El objetivo principal de los equipos electrónicos para el control de procesos es el tiempo de actividad y una disponibilidad del 100%. Las interrupciones o el mal funcionamiento afectarán directamente a la producción y a los beneficios de la empresa. Si no se reduce la corrosión a tiempo, puede llegar a conllevar grandes costes no planificados.
Gracias al Monitor ISA Check II de Camfil y la técnica del cobre y la plata ahora es muy fácil hacer mediciones y evaluar el problema antes de que sea tarde. Disponemos de una gran gama de soluciones de filtración disponibles que se adaptan a prácticamente cualquier tipo de salas de control electrónicas y/o centros de datos. El dimensionamiento de los sistemas de filtración molecular debe basarse en la teoría de adsorción científicamente establecida, las pruebas realistas a gran escala y las simulaciones del Software.
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