Casi nunca nos paramos a pensar cuánto tiempo pasamos en espacios interiores, y mucho menos cuánto tiempo pasamos trabajando en una oficina. Pero es importante entender que el aire que respiramos puede afectar a nuestra salud a largo plazo. Esto es especialmente cierto cuando hablamos de la calidad del aire en las oficinas, ya que la mayoría de los adultos pasan al menos ocho horas al día en estos espacios cerrados.
“La gente tiende a creer que la contaminación exterior no les afecta una vez están en interiores; dentro de un edificio, pero los estudios demuestran que, en realidad, la calidad del aire interior puede estar mucho más contaminado que el aire exterior”, señala Kevin Wood, vicepresidente de Ventas y Marketing de Camfil Estados Unidos. “Y, dado que la mayoría de gente pasa mucho tiempo en el trabajo, la calidad del aire en las oficinas se ha convertido en un asunto importante en cuanto a la salud en general.
Es importante que la población conozca los riesgos asociados a respirar una calidad del aire deficiente. Uno de los motivos por el que la calidad del aire en las oficinas puede verse afectada es que está expuesta a muchas fuentes de contaminación interior, ya sea porque se sitúan en zonas industriales llenas de fábricas que generan emisiones o en zonas adyacentes a carreteras principales, lo que las expone al humo de los vehículos, y a la entrada del aire exterior contaminado.
Según un artículo publicado en la web de la Agencia de Protección del Medio Ambiente Estadounidense, la contaminación del aire en las oficinas también puede originarse a partir de actividades de mantenimiento del edificio, control de plagas, tareas de limpieza, reformas o remodelaciones, renovación de mobiliario o acabados y las actividades de los ocupantes del edificio.La agencia también ha identificado varios factores que determinan la calidad del aire en las oficinas:
Lamentablemente, la calidad del aire en las oficinas no es solo cuestión de que los contaminantes pueden empeorar problemas respiratorios como el asma, sino que también atañe a la claridad mental y la concentración.
Según un artículo del sitio web Co.Design, (2) un estudio reciente llevado a cabo por investigadores de la universidad de Harvard y la universidad de Siracusa (EE. UU.) ha aportado nuevos datos sobre el efecto de los niveles de dióxido de carbono (CO2) en las oficinas de Estados Unidos. Los científicos estudiaron a 24 trabajadores de sectores cualificados como la ingeniería, el diseño y la arquitectura, y los observaron en una oficina simulada durante varios días con una jornada normal de ocho horas. Durante ese intervalo de tiempo, los científicos fueron cambiando los niveles de CO2 de la oficina, desde niveles bajos hasta llegar a niveles moderados y altos.
Los trabajadores que participaban en el estudio no sabían que los niveles de CO2; se estaban manipulando, y los investigadores se esforzaron por garantizar que incluso las mayores concentraciones de CO2; fueran similares a las que se pueden encontrar en una oficina normal. “No queríamos poner a prueba situaciones extremas o casos raros, sino las condiciones en las que nos solemos encontrar la mayoría”.
Tras pasar tiempo en la oficina, los participantes pasaban una evaluación cognitiva de 90 minutos que medía sus habilidades de toma de decisiones. Los resultados mostraron que los participantes obtenían una puntuación un 15% peor los días en los que estaban expuestos a niveles moderados de CO2; y un 50 % peor los días que estaban expuestos a niveles altos de CO2; en comparación con los días en que estaban expuestos a los niveles más bajos.
Los niveles más altos de CO2; reducen la capacidad de las personas para usar información, responder ante crisis y elaborar estrategias; procesos mentales que están estrechamente relacionados con la productividad…''
“Si los niveles exteriores siguen aumentando como consecuencia del calentamiento global, será mucho más difícil, si no imposible, reducir los niveles interiores de dióxido de carbono introduciendo aire del exterior.
Esto aumenta la posibilidad de que afecte directamente a nuestras funciones cognitivas, y también dificulta la tarea de ventilar eficazmente los espacios interiores para mantener unos niveles aceptables”. Artículo de U.S. News & World Report
Aunque se trate de un único estudio, demuestra que los niveles de CO2; tienen un efecto directo en las habilidades cognitivas, la atención y la concentración de los trabajadores, lo que a su vez afecta directamente a su productividad y a su salud en general, por lo que es esencial disponer de una buena recirculación y purificación del aire para evitar estos problemas.
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