En las situaciones domésticas, el polvo a menudo se puede barrer bajo la alfombra, tanto figurativa como literalmente. Este no es el caso en las obras de construcción y en las fábricas donde el polvo es una amenaza para la salud que, en su extremo, puede provocar muertes.
Muchos trabajos de construcción, incluyendo el corte, perforación, molienda, aserrado, cincelado y rotura durante los trabajos de demolición pueden crear altos niveles de polvo, especialmente si el trabajo es en interiores o en áreas cerradas o mal ventiladas. La fabricación de productos en una fábrica también implica la propagación de partículas de polvo potencialmente peligrosas que deben neutralizarse para proteger la salud de las personas.
La lucha para implementar un control efectivo del polvo es tan omnipresente que las empresas de todo el Reino Unido están siendo objeto de una serie de inspecciones por parte del Health and Safety Executive (HSE). Los inspectores visitarán las empresas para ver qué medidas se han adoptado para mitigar los efectos del amianto, la sílice y el polvo de madera en el aire. Cuando sea necesario, el HSE tomará medidas para garantizar la protección de las personas. Esta protección suele consistir en un sistema de control de polvo bien construido y apto para su uso.
En algunas industrias, incluida la industria de alimentos y las bebidas, por ejemplo, también puede mejorar la calidad del producto evitando la contaminación cruzada. Sin embargo, los expertos de la industria estiman que un enorme 80% de todos los captadores de polvo no son aptos para su uso y no funcionan satisfactoriamente, experimentando filtros taponados, altas emisiones u otros problemas del sistema.
La selección del equipo de captación de polvo es compleja; para hacerlo bien se requiere un análisis exhaustivo de los contaminantes, las condiciones de funcionamiento del sistema y muchos otros factores. Sin embargo, con demasiada frecuencia, las decisiones sobre el equipo se basan en conjeturas y no en hechos.
Para prevenir esto, tiene un sólido sentido empresarial trabajar con un proveedor experto que será capaz de ayudarle a determinar:
El mejor sistema de recogida de polvo para su aplicación.
El tipo de conducto necesario.
El medio de filtración adecuado.
Dónde colocar el captador.
Si el aire puede volver a circular de forma segura aguas abajo del captador para ahorrar en costes de calefacción y refrigeración.
Elegir el captador de polvo adecuado hará que ahorres dinero, pero sobretodo, hará que tus empleados estén seguros. El captador de polvo Camfil’s Gold Series X-Flo (GSX)es el captador de polvo mejor valorado de la industria. Puede eliminar cualquier polvo o humo tanto combustible como tóxico, incluso polvo fibroso y polvo grueso y pesado. GSX eliminan fácilmente el polvo mientras mantienen una pérdida de carga baja. Utiliza tecnología de flujo transversal y una única configuración de bafle para crear un flujo de aire uniforme que a la larga provoque un mayor rendimiento y mayor vida útil al filtro, reduciendo el coste total de propiedad.
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