“Sabemos que muchos hospitales tienen problemas para mantenerse dentro del presupuesto”, dijo Dave Blackwell, director del segmento de atención sanitaria. “Como consecuencia, los hospitales instalan filtros de aire de bajo coste que no proporcionan un retorno de la inversión ideal y, lo que es peor, no eliminan los contaminantes que presentan un claro peligro inminente para los pacientes y el personal del hospital.'' Este problema es tan importante de solucionar que el estándar ASHRAE 52.2 se modificó recientemente para exigir a los fabricantes que todos los filtros de aire con clasificación MERV se sometan a pruebas previas, esta modificación incluye a los filtros de aire de los hospitales.
Principales problemas de calidad del aire en hospitales
El motivo principal por el que se exige a los hospitales que inviertan más en calidad del aire es que estas instalaciones se enfrentan a problemas de contaminación mayores que los de otros espacios cerrados.
Según un artículo de la web de Consulting-Specifying Engineer, (1) tanto los pacientes como los trabajadores juegan un papel significativo a la hora de intervenir en la calidad del aire en los hospitales ya que los hospitales están llenos de pacientes con afecciones diversas, y esto aumenta la carga viral de la instalación.
Por ejemplo, según un artículo en Healthline, (2) un estudio reciente llevado a cabo por investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts, descubrio que las emisiones de tos y estornudos pueden desplazarse 200 veces más lejos de lo que creían los científicos.
La mayoría de los científicos estaban de acuerdo en que la nube de contaminantes infecciosos en una expectoración podía desplazarse 61 metros, pero el nuevo estudio descubrió que “las gotitas de 100 micras de diámetro pueden desplazarse hasta cinco veces más lejos de lo que se había pensado, las de 10 micras pueden desplazarse hasta 200 veces más lejos y las gotas de 50 micras pueden permanecer en suspensión el tiempo suficiente como para alcanzar las unidades de ventilación del techo”.
El estudio fue importante para entender cómo los contaminantes en suspensión dentro de un hospital pueden comprometer la calidad del aire y provocar brotes infecciosos.
Lydia Bourouiba, autora del estudio y profesora adjunta del departamento de ingeniería civil y medioambiental del MIT, dijo al respecto: “Estos hallazgos pueden ayudar a determinar y mejorar estrategias de mitigación como la separación entre pacientes, la ventilación y la filtración del aire en espacios confinados”.
Repercusiones en los presupuestos de la calidad del aire de los hospitales
Últimamente ha habido muchas noticias sobre la cantidad de hospitales públicos que se enfrentan a recortes presupuestarios extremos por parte del estado, y aunque esto pueda parecer irrelevante para la calidad del aire de los hospitales, lo cierto es que es el origen de los problemas, ya que se compran filtros de aire de bajo coste, que no tienen capacidad para eliminar las partículas más dañinas que pueden afectar a la salud de pacientes y trabajadores. Además, muchos hospitales están endeudados por la cantidad de dinero que tienen que gastar en pacientes que ingresan con enfermedades respiratorias directamente relacionadas con la contaminación atmosférica.
Sin embargo, un estudio reciente publicado en la web de Rand Corporation (3) demuestra que los hospitales podrían en realidad reducir sus gastos en atención urgente si se centraran en reducir los niveles generales de contaminación del aire. El estudio hizo un seguimiento de todos los eventos relacionados con la contaminación desde 2005 hasta 2007, y determinó que los hospitales podrían haber ahorrado mucho dinero en el tratamiento de pacientes con dolencias relacionadas con la contaminación si hubieran hecho uso de buenas soluciones de filtración.
Según el artículo:
Cumplir los estándares federales de calidad del aire habría evitado un cálculo aproximado de 29.808 admisiones en el hospital y visitas a urgencias en toda California. Significa que haber mejorado la calidad del aire habría eliminado un gasto en sanidad de millones de euros.
Es evidente que cualquier esfuerzo por reducir la contaminación exterior tendrá un efecto neto positivo en la calidad del aire interior de muchos hospitales, por lo que reducirá los gastos y ayudará a concentrar más recursos en la filtración del aire. Los filtros duraderos y energéticamente eficientes pueden reducir entre 2 y 3 veces el gasto energético del sistema de climatización del hospital y los costes de mano de obra por la instalación. La mayoría de los hospitales no se dan cuenta de que los filtros de aire de alta calidad permiten ahorrar más de lo que cuestan.
ESPAÑA
