Restaurando el aire limpio: un taller de reparación de carrocería de tres generaciones reacciona ante los riesgos de salud laborales y, a cambio, obtiene importantes beneficios por su inversión.
Este taller de reparación familiar, fundado en 1971, ya ha pasado por tres generaciones y cuenta con la reputación de ser el mejor de la zona. Aquí se repara el exterior de vehículos extranjeros y nacionales además de motocicletas, aunque se especializan en coches clásicos y especiales.
Tras tres generaciones trabajando juntos, los miembros de la familia que llevan el negocio habían formado un estrecho vínculo. Cuando vieron los problemas de salud derivados de la exposición diaria al polvo, el humo y las emisiones del taller, el fundador y su hijo se dieron cuenta de que tenían que reducir los riesgos para la tercera generación, su nieto e hijo, respectivamente, que ahora también trabajaba en un entorno que produce gran cantidad de contaminantes. El nieto, comprometido con el éxito del negocio familiar, está decidido a seguir llevando el taller teniendo en cuenta la preocupación de su padre y su abuelo sobre la exposición continua a las emisiones, el aerosol de pintura, el polvo de metal y composite y los humos de soldadura. Tanto el abuelo como el padre siempre estuvieron preocupados por su propia salud, y decidieron que ya era hora de hacerse cargo de la calidad del aire en su local. Tras consultar varias opciones, la familia recurrió a Camfil en busca de ayuda y soluciones.
En 2015, un experto en filtración del aire de Camfil se puso en contacto con el taller coincidiendo con el lanzamiento del nuevo purificador de aire sin conductos de Camfil: el purificador de aire industrial Horizontal 2000. Esta solución, equipada con un filtro de bolsa Hi-Flo ES, que es perfecto para capturar el polvo de los procesos y los humos de soldadura del ambiente, fue la recomendada. El taller también necesitaba una opción versátil que permitiera atrapar el humo de soldadura directamente en su origen, en cualquier lugar donde se estuvieran llevando a cabo trabajos de soldadura. Por eso, en combinación con el purificador de aire industrial para los contaminantes del ambiente, también se les recomendó el colector de polvo portátil de Camfil APC Zephyr III, que cuenta con una boquilla para la captura en origen.
“Las mejoras en calidad, el acortamiento de los tiempos de producción y el menor mantenimiento de los equipos compensan nuestra inversión.
Ahora, el taller es uno de los más limpios de la zona. Las tres generaciones advirtieron enseguida las ventajas de salud y operativas obtenidas y afirman que su aire limpio compensa con creces los costes del purificador de aire industrial y el Zephir III.