A medida que las temperaturas caen en picado y el invierno realmente se hace notar, los sistemas de calefacción se hacen imprescindibles. Las casas modernas y bien aisladas son muy eficientes para retener este calor, pero también mantienen cosas menos acogedoras...como el humo provocado por los sistemas de calefacción central, las estufas de leña y las chimeneas abiertas. Estos no solo son inconvenientes, sino que también pueden ser mortales. La buena noticia es que hay pasos que puedes seguir para mejorar la calidad del aire interior.
¡Buenas noticias! ¡Hay muchas decisiones que puedes tomar para mejorar la calidad del aire interior!
Finalmente, considera instalar filtros de aire en el hogar.
Esta última sugerencia es particularmente importante. Si el aire exterior no se filtra y limpia de manera efectiva, entonces el aire interior puede contener una gran cantidad de partículas nocivas que llegan a las vías respiratorias y los sistemas de circulación de las personas. Estos pueden agravar problemas en el pecho como el asma y aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades como la neumonía.
Estas partículas y otras sustancias pueden combinarse con las ya presentes dentro de los edificios y volverse más dañinas, haciendo que la contaminación del aire interior sea muchas veces más peligrosa que la variedad exterior..
La mejor manera de tener una buena Calidad del Aire Interior (CAI) es tener el Purificador de Aire City Touch de Camfil. Un purificador de aire que crea un ambiente interior más saludable, reduce la incidencia de asma y otras alergias, neutraliza el olor al filtrar las partículas nocivas en el aire.
Un purificador de aire que crea un ambiente interior saludable, reduce la incidencia de asma y otras alergias neutralizando los olores y filtrando las partículas peligrosas.
Sin embargo, ten cuidado. Algunos purificadores de aire solo capturan partículas como la caspa de animales y el polen. Para ser exhaustivo, debe especificar filtros de carbón activado para eliminar gases (como monóxido de carbono, dióxido de carbono y dióxido de nitrógeno), olores, productos químicos (como los residuos que quedan después de la limpieza) e incluso bacterias y virus.