Caso práctico

Ahorro de energía, residuos y materiales en los centros de datos

Logros clave


20.000 euros ahorrados gracias a filtros más duraderos.

10.000 euros ahorrados en consumo energético al elegir filtros A+.

Menos mano de obra, eliminación de residuos y costes operativos.

El cliente:

Gran empresa multinacional

Localización:

España

Sector:

Centros de datos

Solución


Para casi todos los edificios, el rendimiento energético y las prácticas sostenibles son importantes para garantizar la reducción de los costes de funcionamiento, pero también de la huella de carbono.
Según la norma EN16798-3, un centro de datos se considera un entorno con una baja tasa de ocupación y, por tanto, las exigencias de eficiencia de la filtración de aire son reducidas. El objetivo principal de proteger el aire no es la salud de las personas, sino garantizar que no se acumule polvo en la maquinaria.

Para hacer frente a estos retos, recomendamos utilizar nuestros prefiltros 30/30 ePM10 50% y nuestros filtros de alta eficacia XLT ePM2.550% 592x592x640 mm con 10 bolsas. Estos filtros ofrecen una amplia superficie de filtración, gran capacidad de retención de polvo y baja pérdida de carga. Además, incluimos un análisis de la calidad del aire interior en todas las zonas interiores del centro de datos como parte de nuestros servicios.

La solución se diseñó para garantizar la protección del aire del centro de datos con el fin de reducir los niveles de acumulación de polvo y, al mismo tiempo, garantizar el ahorro de energía. La solución también ofrecía menos residuos gracias a una mayor vida útil del filtro y menos tiempo de inactividad operativa, ya que los filtros podían durar más tiempo dentro de la UTA.

Visión general del proceso


El centro de datos en cuestión es una instalación de vanguardia diseñada para almacenar y procesar de forma segura y eficiente grandes volúmenes de información.

Cuenta con avanzados sistemas de refrigeración para mantener la temperatura óptima de los equipos, garantizando un funcionamiento continuo e ininterrumpido.

Además, está equipado con medidas de seguridad física y digital para garantizar la confidencialidad e integridad de los datos alojados. Este centro también se centra en prácticas sostenibles para reducir su impacto medioambiental y optimizar la eficiencia energética en todas las operaciones.

Desafíos


  Los frecuentes cambios de su prefiltración eran un problema clave. Los filtros planos utilizados anteriormente sólo podían funcionar durante un mes antes de                                      saturarse.

  La etapa de filtros secundarios provocaba una gran pérdida de carga en la UTA, lo que generaba un mayor consumo de energía en el sistema.

  La ubicación del centro de datos implicaba que los filtros estarían expuestos a altas concentraciones de polvo. Por ello, el filtro debía tener una gran capacidad                                  de retención de polvo.


Resultados


Tras la puesta en marcha, una empresa externa realizó un análisis para determinar la eficacia de la instalación en ambas salas. Las mediciones se realizaron según la norma ISO 14644-3:2021 para el valor medio de los tamaños de partículas 0,5 μm (número de partículas) y 5 μm (partículas/m³). Los resultados obtenidos mostraron que no solo se alcanza la clase ISO 8, sino que los valores se sitúan en el límite de la clase ISO 7 (la concentración de partículas entre una clase y otra es 10 veces inferior).

Asimismo, el control activo del equipo CC 6000 a través del sensor AirImage supone un ahorro energético que permite al cliente reducir el coste de explotación de la instalación y contribuir positivamente al medio ambiente.

Los resultados de esta aplicación fueron significativos:

  • Mayor durabilidad y capacidad de retención de polvo en los filtros.
  • Reducción considerable de la pérdida de carga.
  • Reducción de la generación de residuos.
  • Disminución del consumo energético.
  • Reducción de la huella de carbono.
  • Menores costes operativos.
  • Mejora y garantía de la calidad del aire interior.
  • Fidelización de clientes, lo que nos brinda la oportunidad de
    implantar estos cambios en otros centros de datos.


En términos de ahorro económico, el impacto fue significativo. Antes, el cliente tenía que sustituir los prefiltros cada dos meses y los filtros compactos cada seis, lo que suponía un gasto anual de unos 50.000 euros. Con nuestros filtros, el gasto anual de material se redujo a unos 30.000 euros.

Además, en términos de ahorro de consumo energético, la reducción de la pérdida de carga gracias a nuestros prefiltros 30/30 y filtros Hi-Flo XLT se tradujo en un ahorro anual estimado de unos 10.000 euros.